Por Jose Manuel Villalobos | Dic 12, 2019

A lo largo de este mes, "la felicidad en el trabajo" ha sido un tema de conversación recurrente. Muchas personas me han externado lo infelices que actualmente se sienten en sus respectivos trabajos. Pasaron del enamoramiento a la ruptura en "un abrir y cerrar de ojos".

 

Estas son algunas de las expresiones que he escuchado:

 

  • "Levantarme cada mañana para ir al trabajo se ha tornado una pesadilla".

  • "Siento que ya no tengo la energía suficiente para dar lo mejor de mí".

  • "No era lo que esperaba, ni lo que me prometieron, el trabajo me agobia".

  • "No me gusta lo que hago, tenía esperanza de que las cosas cambiaran, pero no ha sido así".

  • "No veo ni siento que mi trabajo sea importante".

  • "No soporto más el ambiente de tensión y reproche, en cualquier momento me iré".

  • "Me siento frustrado y estancado". 

 

 

"La felicidad es la experiencia general de placer y significado. Una persona feliz disfruta de las emociones positivas, mientras que percibe su vida como un propósito". –Tal Ben-Shahar 

 

 

Pareciera que la felicidad en el trabajo es una dicha que pocos tienen y que sin duda tiene un severo impacto sobre el bienestar, la rotación de personal, la satisfacción en el trabajo y el compromiso (variable fuertemente correlacionada con la felicidad).

 

De hecho, según el estudio "State of the Global Workplace" sólo 13% de los empleados a nivel mundial está comprometido con lo que hace; es decir, 1 de cada 8 trabajadores está comprometido con su trabajo y dispuesto a contribuir de manera positiva a su organización, ¿un dato fuerte no te parece?

 

La infelicidad en el trabajo tiene diversas fuentes: trabajo carente de significado, ambiente tóxico, pésimo liderazgo, pocas oportunidades de crecimiento, labores desagradables o que no aprovechan las fortalezas, falta de autonomía, mala remuneración, entre otras.

 

Sin embargo, no podemos dejar toda la responsabilidad a la organización o a los líderes. Hemos de aceptar que el nivel de felicidad que cada uno de nosotros experimentamos en el trabajo es un asunto de corresponsabilidad; es decir, también depende de nosotros mismos.

 

¿Por qué cuidar de la felicidad debería importar a las organizaciones y qué pueden hacer al respecto?

 

Todos los seres humanos pasamos la vida entera buscando el máximo bien, eso a lo que Aristóteles llamó eudaimonía: la felicidad, el propósito, el bienestar. Es la felicidad y el sentido de propósito lo que nos mantiene motivados y vivos, tal como lo descubrió Viktor Frankl en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Tal Ben-Shahar, experto en psicología positiva sostiene que "las personas talentosas se sienten atraídas por aquellas empresas que logran sacar lo mejor de ellas". Y Annie McKee, después de varias investigaciones que compartió en su artículo: "Being Happy at Work Matters", encontró que los sentimientos positivos son capaces de aumentar el optimismo, la motivación, el bienestar y la creatividad de los empleados, lo cual resulta benéfico tanto para los trabajadores como para las organizaciones, ya que las personas trabajan de mejor forma, son más productivas y mucho más felices en sus trabajos.

 

Si la felicidad es entonces una necesidad esencial para el ser humano y ofrece grandes beneficios ¿por qué no contribuir a crearla en el lugar de trabajo? Siendo así, te comparto acciones que las organizaciones pueden hacer para fomentar la felicidad:

 

  1. Ofrecer un trabajo con propósito visible.

  2. Dar múltiples oportunidades para que las personas apliquen y desarrollen sus fortalezas.

  3. Nutrir las relaciones fomentando la seguridad, la confianza y el apoyo mutuo.

  4. Crear y fortalecer el sentido de pertenencia y valía de los colaboradores.

  5. Promover la co-creación de un ambiente laboral positivo.

 

¿Qué podemos hacer a nivel individual para potenciar nuestra felicidad en el trabajo?

 

La felicidad que experimentamos es un estado mental que resulta de nuestras elecciones. No podemos evadir la propia responsabilidad sobre nuestra felicidad. 

 

Por esta razón, antes de cambiar de trabajo te invito a preguntarte: 

  1. ¿Me siento realizado en este trabajo? 

  2. ¿Me veo a futuro haciendo este mismo trabajo? 

  3. ¿Hay algo que disfrute de lo que hago actualmente? 

  4. ¿Qué puedo hacer yo para mejorar mi felicidad en mi trabajo? 

 

Si tu respuesta es no/nada a cualquiera de estas preguntas, es tiempo de moverte.

 

Una vez que hayas emprendido la búsqueda de un trabajo que dé sentido a tu vida, y previo a que tomes cualquier decisión, pregúntate:

 

  1. ¿Cuál es mi propósito mayor? ¿qué daría verdadero sentido a mi vida?

  2. ¿Qué actividades me dan placer? ¿qué trabajos he disfrutado sobremanera en mi vida?

  3. ¿Cuáles son mis fortalezas? ¿en qué escenarios me veo contribuyendo mejor?

  4. ¿La elección que he tomado es sustentable? ¿está alineada a mi propósito, me da placer, apela a mis fortalezas, me provee los recursos económicos para vivir bien?

 

Recuerda que…

 

"La clave para ser feliz es saber que tú tienes el poder de decidir qué aceptar y qué rechazar". –Dodinsky