Por Larry Dressler | Jun 04, 2019

En mi tiempo libre, tallo cucharas de madera. Este es un proceso bastante simple: Se dibuja una cuchara en una pieza de madera y después se remueve el material extra. A diferencia de las formas de arte que son aditivas, el tallado de cucharas implica una sustracción incremental –quitando madera gradualmente a fin de revelar la belleza y función esencial de la cuchara.

 

Algunos días termino sentado por horas, cortando algunas astillas de madera, haciendo pausas y preguntándome "¿qué no es necesario?". Esta práctica me ha hecho darme cuenta de cuánto tiempo y esfuerzo he invertido haciendo todo lo contrario —adquiriendo cosas materiales, añadiendo relaciones, aumentando credenciales, expandiendo la lista de logros, adoptando creencias y nuevas partes de mi identidad y así sucesivamente. Vivimos en una cultura que equipara el éxito y la autorrealización con la expansión —más saber, más hacer, más tener y avanzar para lograrlo.

 

No estoy haciendo un juicio moral aquí. Simplemente estoy notando el patrón de expansión, lo que me invita a plantearme la pregunta: ¿Qué pasa si el verdadero arte de vivir y liderar es más parecido a tallar una cuchara? ¿Qué pasa si mi trabajo real es descubrir qué es lo que debo esculpir para revelar la belleza y el propósito esencial de mi vida?

 

Por ejemplo, en mi trabajo como facilitador de grupos en los últimos años, a propósito hago 30% menos intervenciones. Al eliminar las intervenciones que podrían hacerme parecer inteligente, me quedo con las acciones de mayor impacto. Así que continúo esculpiendo técnicas de facilitación extrañas con la esperanza de que en algún momento me convierta en una cuchara –la expresión más pura de la función y la belleza en la facilitación.

 

¿Cómo puedes empezar a tallar? Usa preguntas como un “afilador de cuchillo”, tales como:

 

¿Qué actividades podrías quitar para hacer espacio y lograr más propósito, significado y cumplimiento?

 

¿A qué compromisos has estado diciendo que “sí” que no representan la contribución que quieres lograr?

 

¿De qué relaciones es momento de desinvertir para hacer tiempo y espacio para aquellas que te alimentan y nutren?

 

¿Qué supuestos y creencias limitantes –acerca de ti, de otros, de la forma en que el mundo trabaja– ya no te funcionan?

 

 

Mientras reflexionas sobre estas preguntas, toma en cuenta lo siguiente:

 

1) Este es un proceso incremental. Una vez que hayas cortado una pieza demasiado grande, es difícil volver a colocarla. Por lo tanto, procede lentamente.

2) Recuerde que al igual que el labrado de la cuchara comienza con un dibujo a lápiz, las respuestas a estas preguntas deben guiarse por tu sentido del propósito: la función esencial y la belleza que intentas crear a través de tu vida y tu liderazgo.

 

¿Qué tallarás primero?

 

 

 

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